sábado, 2 de mayo de 2015

PDF'S DISPONIBLES!!

Hola a todos, estoy de vuelta.


Como pueden notar le hice una gran reforma al blog, lo necesitaba. Tengo nuevas cosas para ustedes: Puede ver los videos musicales de los artistas que me inspiran y le dan vuelo a mis sueños;pueden participar en mi encueta mensual, en esta ocasión el tema es sobre las adaptaciones cinematográficas y otras cositas más. Pero sobretodo quiero proponerles algo...
¿Quién lo se ha pasado mucho tiempo buscando un PDF de un libro? puede que para el orgullo de alguno de ustedes tengan la facilidad de leer en físico, pero si te encuentras un poco atado de manos y quieres leer demasiado un libro pues piensa en mí ;)




Resulta que tengo una reserva de libros en PDF realmente grande (Noten mi arrogancia) jajaja. Así que dejen un comentario con el nombre y autor del libro que busquen, junto con su correo electrónico y si está en mis manos les ayudaré con eso.
En algún otro momento crearé una entrada con la lista de libros disponibles que tengo, puede que les anexe las sinopsis, pero por el momento dejen su comentario.
Si no lo tengo el libro entre mis listas pues trataré de buscarlo por ustedes.



A demás, si eres un seguidor o por casualidades de la vida te pasas por aquí y ves alguna solicitud de un PDF y puedes pasarlo no lo dudes, hazlo.

No olviden  comentar ;) 

¡Gracias por leerme!
 
¡¡Hasta la próxima!!

sábado, 10 de enero de 2015

Algo diferente... ¿Por qué leen?


Hola a todos...
Hoy quiero hacer algo más interactivo con ustedes.



No sé si es que anteriormente no estaba familiarizada con todo el mundo de los libros y el gran crecimiento de los fans de la literatura, pero últimamente me he percatado que somos millones, si no es más, los que vivimos perdidos en este mundo de fantasía y letras.

Siempre me ha gustado leer, pero hace como dos años mi amor por la lectura fue en aumento.

La cosa es... ¿Por qué leen? ¿Por qué leo yo?

Hay mucha polémica con respecto a los "lectores por moda" ¿Qué opinan ustedes? ¿Creen que eso existe?

En lo personal entiendo a las personas que crearon esta categoría, comprendo que hay gente que lee, porque es lo que todos están haciendo, pero eso puede que no sea completamente cierto.
Si hacemos un análisis un poco más profundo, puede decirse que entre más libros se han  hecho famosos, la categoría de fans ha aumentado. Puede llamarse también publicidad al mundo de la literatura o... no sé, se ha dado ha conocer lo impresionante de ser partícipe y se hay unido más personas... no sé. Ustedes tal vez tengan otra opinión. ¿Qué creen?

Respondiendo la otra pregunta... pues yo leo, porque lo amo. Me encanta perderme y encontrarme a mi misma mientras me sumerjo en las historias y en las mentes de otras personas. Leer no es sólo conocer una historia diferente, es conocer mundos diferentes, aprender de otras culturas, escapar por unos momentos de la realidad... podría pasarme horas escribiendo diferentes cosas... simplemente para mi, este mundo es perfecto. Se ha convertido en gran parte de mi vida, sino es toda, y una vez dentro no puede salir más.


Algunos de mis conocidos, amigos y hasta familiares, me han  dado a entender que ya esto se convirtió en una obsesión... y yo les respondo: ¡¿Y qué tiene de malo eso?! jajaja

Amo esto...¿Cuantos más están tan locos como yo?


Gracias por leerme 

Espero sus comentarios

¡¡Hasta la próxima!!

viernes, 2 de enero de 2015

Reseña: Eleonor & Park. - Rainbow Rowell



Hola a todos. Gracias a mis seguidores, no saben lo feliz que estoy de ver que ya ha empezado a unirse gente. Para ustedes esta reseña. ;)

Eleonor & Park




Autor (a): Rainbow Rowell 


Sinopsis:

Ambientada en 1986, relata la historia de dos personajes adolescentes: Park Sheridan, un introvertido chico americano birracial, debido a su ascendencia coreana e irlandés-americana; y Eleanor Douglas, una chica de pelo rojo, tímida y solitaria, que llega al colegio en donde Park se encuentra, debido a que se mudó y es su primer día de clases. El relato va narrando como estos dos chicos se encuentran de manera casual y como, poco a poco, va surgiendo una relación de carácter más íntimo y trascendente para sus cortas vidas, compartiendo gustos y aficiones y descubriendo valores tales como la amistad, la compañía, el afecto o la llegada del primer amor.

Una historia de amor entre dos outsiders lo bastante inteligentes como para saber que el primer amor nunca es para siempre, pero lo suficientemente valientes y desesperados para intentarlo
"—Bono conoció a la que sería su mujer en la prepa —dijo Park.
—Si, y también Jerry Lee Lewis —contestó Eleanor.
—No estoy bromeando.
—Pues deberías. Tenemos 16 años —dijo ella.
—¿Y qué pasa con Romeo y Julieta?
—Superficiales, confundidos y, posteriormente, muertos.
—Te quiero, y no estoy bromeando —le dijo Park,
—Pues deberías."

Mi opinión: 

Hace aproximadamente un año que leí este libro y aún lo recuerdo como si hubiera sido ayer. He leído muchos libros amor, amor adolescente, amor adulto, de muchas clases, el amor en este libro lo clasifico como amor puro. Al leer este libro, no puede evitar compararlo con otros y es que definitivamente no había visto una visión más clara de amor que el que sienten estos personajes. Todo es tan inocente, puro, hermoso y verdadero. 
Mirando en retrospectiva hacia la historia, me doy cuenta que la autora hizo un trabajo excelente al manejar la relación de Eleonor y Park.  Amo la manera como Park lucha por Eleonor, sin importar qué, él siempre está ahí para ella; amo la forma en que él piensa en ella, porque no es de una manera convencional, ni se le acerca. 

Pienso que la historia hace una crítica o señala, los diferentes conflictos que se viven en la adolescencia, bullying, violencia intrafamiliar y demás. Pero al mismo tiempo, nos demuestra una visión más amplia de la vida, la manera como pasan las cosas y se maneja el destino, ellos demuestran una madures que es admirable, 

Yo lo amé. Diferencio esta historia con otras, porque en por lo general me enamoro del personaje principal masculino, por lo que he visto muchas readers lo hacen. En este libro me enamoré del romance entre ellos, de su relación y también odié al destino y hasta, debo admitirlo, me hizo llorar. 

Lo super recomiendo...










Frases inolvidables: 
























Le doy un 4.5/ 5

No le doy un 5 porque no me convenció del todo el final.
Pero definitivamente vale la pena


Si quieren leerlo sólo den clic en:

¡Gracias por leerme!

Hasta la próxima 

domingo, 28 de diciembre de 2014

Donde los sueños se ocultan. Capítulo 4


Capítulo número cuatro, chicos. 

Si no han empezado a leer mi historia pueden encontrar los capítulos anteriores ¡Aquí!






AL OTRO LADO DEL CRISTAL.

Miré por la ventana de nuevo y acuné el libro contra mi pecho… ¿Cómo era posible que mi vida se hubiera reducido a esto?

Trato de salir, pero no puedo, no puedo salir de esta niebla que oculta los colores de la vida, escapar de los pensamientos que aumentan mi desesperación, huyendo de las sombras de las letras que se marcan en mi piel, llorando por un quizás que no puede suceder.

Y sigo pensando, pensando en cómo era la vida antes, soñando con una vida después, construyendo razones que me ayuden a mover,o más bien, arrastrar mis pies. Pero ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo escapo del recuerdo que me persigue?

A pesar de todo, aun siento su presencia, esa que me visita acompañada de la culpa y ella grita que la soledad me embarga, me toma por los hombros y me sorprende despertando de una pesadilla a mitad de la noche…a mitad de tu reciente aparición en mis sueños.

Pensar, recordar, llorar y culparme. A eso se ha reducido mi vida.

Camino cada mañana para coger el bus que me llevará al trabajo y miro como la gente camina, imperturbables por mi presencia, sin notar que mis pasos son más lentos de lo normal, sin tratar de mirar más allá de la simple persona que les pasa a su lado. Nadie piensa en el por qué mis ojos están siempre rojos y mi corazón roto.

Lo entiendo, mundo. Ya lo capté. Mi vida se cae y aun así la tierra seguirá dando sus contantes giros alrededor del sol.

Esta mañana no fue la excepción.
Llegé al hospital y en seguida me fui a cambiar. En una parte oculta de los niños traviesos y los ojos del público, hay un pequeño cuartico de aseo. Entré.

Quince minutos después, estaba con un trapeador en la mano y una mente ida, limpiando los pasillos, antes de pasar a hacer el aseo en las habitaciones que me están asignadas.

Empecé la rutina nuevamente.

Escuché a las enfermeras hablar en sus puestos de  “Vigilancia”, al parecer en la madrugada murió un paciente y  tan acostumbradas que están a la muerte, hablan de esto como si estuvieran confirmando que ayer llovió. Algunos doctores hablan del creciente precio de la gasolina. Uno de mis compañeros comenta como le tocó faltar ayer al trabajo, arriesgándose a perder su empleo, porque lo atracaron cuando salía de su casa. Muchas voces que se escuchan a lo lejos, lamentos, algunas, quejas de mis compañeros, otras.

Hablan de todo el esfuerzo, las incontables horas separados de sus familias, tantos cumpleaños de sus hijos a los que no fueron, tantas navidades que se las pasaron en turnos y cómo sus sueldos no alcanzaban para pagar los colegios, la comida y el arriendo. 

Todo siempre ha sido así, siento el mundo diferente, siento que todo ahora es más gris, pero nada ha cambiado en el mundo, sólo he cambiado yo.

Colombia siempre ha sido así. O eso supongo. Sueldos bajos, servicios de salud insuficientes, violencia, pobreza y corrupción. Yo hasta ahora me percato de todo eso. Me dedicaba a llegar a mi trabajo temprano y  con buena disposición, pensando en las sonrisas que me esperaban en casa. Miraba los periódicos de reojo y apartaba la vista al ver la foto inhumada de un cuerpo sin vida en la primera plana…yo si me percataba como la gente ya no se admiraba de ver a alguien desangrado, tieso y helado cada mañana mientras leían el periódico y tomaban una taza de tinto y tal vez hasta comían un pan.

Pasaba por la vida pensando en positivo, dando gracias que nada de esas cosas tan malas que pasaban, en el país que tanto amo, no las sufría en carne propia.

Sí, tenía que sobrevivir con el bajo sueldo, soportar las constantes peleas con Martín, para que mandara algo de dinero para los niños, el divorcio me dejó un tanto desubicada. Había veces que tenía que vestir a mi pequeña niña con ropa regalada, momento en los que me encerraba a llorar en el cuarto, después de que los niños se iban a dormir, porque no había discutido con mi hijo, no podía pagarle la universidad a la que él quería ir.

Había días difíciles. Como todo. Luego llegaba a la casa preocupada de que tenía que pagar la factura de la luz y todo desaparecía cuando Brian entraba por la puerta, riendo a carcajadas con su amigo, Santiago. Los dos corrían en mi dirección y me saludaban con un beso en la mejilla. O cuando Luisa llegaba corriendo y se tiraba en mis brazos después de un fin de semana en la casa de su padre.

Por ellos todo se iba. Por ellos, las noticias en los periódicos, la muerte en el trabajo, el bajo sueldo, la violencia y la corrupción, dejaba mi mente. Nada de lo malo que pasaba me perturbaba completamente. No importaba…pero ahora no están.

No sólo veía a mis hijos, también veía lo bueno de vivir. La alegría de mi vecino, Cristóbal, mientras sacaba el equipo de sonido a la calle. La constante y divertida charla con la anciana que vivía en el segundo piso de mi edificio. Para ella sus nietos gemelos recién nacidos eran todo. Podía ver la felicidad de los pacientes cuando por fin eran dados de alta y se iban a sus casas. Podía ver la sonrisa en mi cara, cuando me miraba en el espejo, la alegría de las fiestas de mi tierra, lo festivo que eran los fines de semana y como la gente no dejaba de sonreír tan fácil mente. Colombia, era para mi alegría, amabilidad y unión, a pesar de todo. Ahora ni idea de donde estaba, porque ni siquiera sabía quién era yo. 

Hacía mi trabajo como una zombi, terminaba mi turno y almorzaba. Me iba a casa, limpiaba esta también, comía la cena y luego subía a su cuarto y lloraba hasta quedarme dormida, amanecía de nuevo y empezaba todo de nuevo.

Ansiaba dar por terminado mi día, sólo para ir a su cuarto, cerrar la puerta tras de mí y sentir que estaba más cerca de él. Para abrazar su almohada contra mí pecho y oler su perfume. Ansiaba quedarme perdida en ese momento y le tenía miedo al amanecer.

-¿Elena? – Escuche que alguien gritaba mientras tocaba a la puerta.

Ya era tarde y sólo quería abrazar el ejemplar original del código Da Vinci, contra mi pecho. Sólo quería que el mundo entendiera y se pusiera en pausa para mí.

Los golpes en la puerta se hicieron más fuerte y no tuve más remedio que atender a los alaridos tercos de la vida que no me dejaba sumergirme en la desesperación.
Caminé a la entrada y abrí la puerta.

Me quedé confundida cuando lo vi, asombrada incluso y también muy molesta por la interrupción.

-¿Qué haces, Martín? 

-Tenía que verte…

Donde de los sueños se ocultan. Capítulo 3



Hola chicos.... Tercer capítulo

Si no han empezado a leer mi libro consigan los capítulos anteriores ¡Aquí!




Luisa aún no volvía y aunque mi miedo a perderla se había controlado, el vacío que latía cada día en el lugar donde se supone va mi corazón se sentía un más…hueco. Liz seguía parloteando, interrumpiendo cada pausa donde se colaba el silencio y el susurrar del viendo. El cielo estaba de un azul…cielo y la niebla estaba presente, a pesar de que el día brillaba con alegría.
En medio de un silencio incomodo en el que no sabía que decir me pregunté por qué las cosas son como son, por qué Liz estaba sentada a mi lado y por qué la luna estaba siempre presente en este cielo aunque todo estaba tan claro, que no era posible que fuera de noche  y por qué Elena seguí llorando en el vacío de ese cuarto y por qué Martín se había visto perdido la última vez que lo vi.

-Me encanta ver esa mirada en tu rostro. –Dice Liz con una voz tan melodiosa que me llena de paz por un momento.

-¿Cuál mirada?- Le pregunto con una pequeña sonrisa de ironía en mis labios.

-Esa que tenías…estabas tan perdido en tus pensamientos. Me aburre estar aquí, lo sabes- Aparta sus ojos de los mío y mira a la nada. Sonríe divertida- Verte así me hace formular en mi mente todas las posibles cosas que están viajando ahí y…

La miro con fascinación. Liz puede encontrar la alegría en las cosas más pequeñas, hasta en las miradas perdidas.

-Qué tal si estás pensando en que soy una estúpida que nunca se calla- Suelta una pequeña carcajada y sus ojos se iluminan- Pero luego pienso que tal vez estás recordando algo y que estas a un paso más de irte, un paso por delante de mi…

Y sí, ella tiene razón en algo. Acabo de recordar algo y no puedo creer lo fácil que es no darse cuenta cuando tus pensamientos son tan confusos y enredados…

-El nombre de ella, la mujer, es Elena…El hombre se llama Martín.- Digo haciendo eco de mis descubrimientos.

-Lo vez, recuerdas más rápido que cualquiera…-Responde ella. Está triste, puedo sentirlo en su voz, aunque no la mire, sé que en su cara hay una gran sonrisa.

-¿Podrías explicarme todo eso de estar un paso delante de ti y aun paso más próximo a irme? –Apenas en este momento mi cabeza puede llegar a captar que dijo esto anteriormente.
Una preocupación a la vez, supongo.

-No te conté la historia de este lugar…

-Siempre eres muy vaga en tus respuestas, Liz. Justo estás haciendo eso ahora.

-Cierto. Bueno, te la contaré ahora. Había un mundo en la penumbra, sin vida, sin sonrisas (Es triste verdad), - Me sonríe y continúa. – sin amor. Por necesidad de vida, de muerte, de amor, un día todo renació. Pero la muerte no podía existir en el mismo plano de la vida. Era tan improbable y dañino, así que se creó este lado, el otro lado del cristal. El lado donde los sueños se ocultan, donde el amor se calla y donde los recuerdos gritan a tu cabeza cada que ellos quieren, como si tuvieran vida propia. Después de terminar tu vida, vienes aquí, oculto detrás de la luna, viendo como el tiempo pasa.

-Entonces de hecho estamos muertos…

-No exactamente, dicen por ahí que vives en los recuerdos de la gente, cuando el olvido te alcanza, la muerte te lleva. Ya no existes ni allá, ni aquí. Tal vez somos ahora sólo el reflejo de sus recuerdos, de sus sueños. De ahí el nombre, ¿no crees?, tiene sentido…Donde los sueños se ocultan.

-Tiene sentido… ¿Cómo sabes todo esto?

-Te dije que estas un paso por delante de mi…Yo llevo mucho tiempo flotando de este lado. He visto mucho, he conocido muchos recuerdos, como tú y como yo, y he visto muchos sueños vagar atrapados aquí. Cuanto más recuerdes más te acercas a irte... o eso es lo que creo. 

-Si yo soy sólo el resultado de un recuerdo, pero fui vida antes, ¿Ella, Elena, es la persona que me tiene aún aquí? ¿Es la razón por la que aún no dejo de existir en el plano del reflejo?

-Es la razón por la que no has muerto…

-Entiendo lo que dices, pero ¿Quién puede dar crédito de que no estoy muerto? Yo ciertamente ya me siento muerto…   

-La muerte está asociada con dolor, la peor de todas las cosas existentes. En mi punto de vida, creo que la muerte es sólo viajar de un plano a otro, mientras te despides del pasado…

-Punto de vista.-Digo distraído. 

-¿Cómo dices?- Pregunta con el ceño fruncido.
No me gusta esa mirada de confusión en su cara siempre feliz.

-Dijiste punto de vida…según recuerdo, la expresión correcta es punto de vista.
Ella sonríe de nuevo y se ríe por lo bajo.

-Me parece que suena mejor decir punto de vida, la vida enseña más, que el sólo mirar. Vivir te hace tener un punto, un criterio propio o al menos debería.

-Eres una persona tan…

-¿Habladora? – Me interrumpe- Me lo dicen a menudo.

Le sonrío a ella de vuelta.

-Sí, pero eso no era no que quería decir. Eres un recuerdo tan lleno de felicidad.

-Supongo que aun le dan gran crédito a mi recuerdo del otro lado. puede que piense de mi con felicidad.


Liz se fue hace un rato, como todos siempre se van.

Me quedé pensando en todo lo que dijo. Respondió varias de mis preguntas sin siquiera saberlo, aunque ahora que lo pienso, ella seguramente lo sabía. Ella parece que sabe todo sobre todo.

Sigo sentado en el piso, con la espalda contra una firme pared. Estoy en la misma posición en la que me encontraba cuando Luisa se fue, donde hablé con Liz. Sigo sin moverme.

Por alguna razón desconocida me levanto y empiezo a caminar y caminar.

No estoy siendo el responsable de que mis músculos se contraigan y hagan a mis pies avanzar por el duro piso y atravesar la niebla, sin siquiera mirar atrás, sin siquiera mirar a los lados, sólo mirando a la nada.

El viento se siente frío contra mis manos y mi cara, por suerte la chaqueta de cuero marrón que llevo puesta, no permite que el cortar la niebla como si fuera un cuchillo me congele hasta la mu…esperen, ¿Qué pasaría si me dejo congelar aquí? No puedo decir que me congelaré hasta la muerte, esto es tan confuso, porque si me dejo congelar, estaré congelado hasta que el olvido me alcance y sea borrado de este plano, pero…Es tan frustrante cuando mi mente vaga de tal manera y no consigue concentrarse en nada concreto.

Me sigo desplazando entre la nada y hacia la nada. Esto sí que se siente como flotar. Ahora entiendo por qué Liz siempre dice que flotamos por aquí y por allá.

Y lo hice de nuevo.

-Deja de ser tan raro, Brian. –Me digo a mí mismo.    

Puse mi mano en una firma superficie y me doy cuenta que dejé de moverme como marioneta loca. No puedo ver nada aun, sólo ya no me muevo. El frio en mi mano por presionarla contra el cristal me despertó como si hubieran encendido un bombillo.

Y sí parece que se encendiera una luz.

Ahí está ella.

Está tan pálida como siempre. Tan ausente como la recordaba.

Lo primero que vi fue sus ojos anhelantes y la cara cenicienta, apretaba contra su pecho un libro nuevo, incluso aún estaba en su pequeño envoltorio de plástico y las lágrimas se paseaban por sus mejillas, como si ya fueran parte de su existencia diaria.

Ay Elena, qué fue lo que te pasó

¿Qué fue lo que nos pasó?

Donde los sueños se ocultan. Capítulo 2

Segundo capítulo de mi libro, chicos. 
Si se perdieron el primer Capítulo lo pueden ver ¡Aquí!





No sé cuándo me quedé dormido, realmente no sé si es que siquiera sucumbí a los sueños o es que dejé de existir por unos momentos. Lo que importa es que ahora veo más que un oscuro vacío detrás de mis pestañas cerradas, pero aun así,  la vista no es mejor aquí.
Estoy sentado en el suelo y tengo la espalda apoyada en una superficie dura y ya hasta empieza a doler.
Pongo mis manos en el suelo y tato de impulsarme del suelo.

-Mmm- se escucha el suave gemido de Luisa.                                      
Le acaricio la cabeza y la miro por un largo tiempo...mi pequeño ángel,  mi preciosa. No sé qué haría en esta extraña y vacía existencia sin ella.
A medida que mis dedos se entrelazan con sus cabellos dorados y la observó con alevosía, celo y miedo, ella se acurruca más en mi regazo.
A pesar de que no tengo el conocimiento necesario para poder describir nuestra situación y ni siquiera tengo un punto de referencia con el que pueda comparar, me doy cuenta que nada de esto es correcto. Nada de esto es justo o suficiente para mi pequeñito ángel.
Aunque quiero encontrar la manera de descubrir lo que pasa y solucionar todo y sacarla de aquí,  me aferro a Luisa, figurativa y literalmente. No puedo evitarlo, mi egoísmo se abre paso entre el deber de hermano y lo único que quiero en estos momentos,     más que hacer que la señora del otro lado del cristal deje de llorar, es seguir atado a mi bebé, miro al techo, al cielo o lo que sea que se encuentre sobre mi cabeza y pido que al final solo me dejen estar siempre con ella, protegerla y vivir para verla sonreír como ayer, de la misma forma en la que se alegró por él.

-Por favor... siento como si todo lo hubiera perdido y como si corriera en círculos al rededor del mundo... Sólo me queda ella.

De detrás de la penumbra y las sorprendentes nueves negras la luna se asoma y es como si me sonreirá.

-Supongo que después de todo si es un cielo...- Digo en un suspiro.                                                      

-¿Hablando solo de nuevo?           

Miro al frente de nuevo.             
Bajo la mirada y al principio no veo a nadie. Pero sé,  con toda la certeza del mundo, quien ha venido a interrumpir mis súplicas y monólogos.
Una mujer más o menos de mi edad (sea cual sea mi edad) sale de ningún lugar en específico, atravesando la niebla y se detiene justo frente a mí.

-Liz... ¿Cómo estás?

Ella le echa un vistazo a Luisa,  quien aún está perdida en el sueño,  y sonríe.  No lo hace de la manera triste como lo hago yo, Liz siempre está feliz...ella siempre irradia luz.
Levanta la vista y concentra en mis ojos.
Sigue sonriendo...

-Igual que siempre, Brian. Vivo flotando.
La miro por un momento y trato de analizar sus palabras...

-Flotar es bueno...-Dice una somnolienta Luisa.

- ¿No? -Pregunta cuando se da cuenta que Liz sólo la queda mirando y no le responde.

-Depende cómo, donde y cuando lo haces...-Responde ella un poco melancólica y mira la luna.

De repente Luisa se levanta, demasiado rápido y por un momento me sobresalta.
Ella empieza a caminar como en trance y se aleja.

-¿A dónde vas, preciosa?
No me responde, no se detiene, no me mira siquiera.
Empezó a entrar en pánico.

-¡LUISA! ¿A DONDE...? -Trato de levantarme, pero alguien me detiene por la manga de mi chaqueta marrón.  -Déjala ir...sabes que todos vamos y venimos. Todos flotamos. Ella siempre vuelve a ti...- Me dice Liz. Ahora está sentada justo a mi lado en el suelo, apoyada en la pared, seguro y ya también le empezará a doler la espalda.

Sé de lo que habla Liz. La primera vez que Luisa se fue... pensé que la perdía para siempre, era como perder el aire. Cada que pasa...es horrible. Unas veces menos que otras.   La mayoría es fácil si está Liz, ella me ayuda a recordar que mi princesa volverá, pero...

-¿Y si alguna vez no vuelve?- Pregunto. -¿Qué pasa si algún día se va y no regresa?
Liz mira a la luna de nuevo, sonríe y suspira.
La luna ilumina su rostro y su cabello y...Sus labios bañados de fe.

-Cuando llegue el momento sabrás que es definitivo...De igual manera tendrás que dejarla ir...-Me mira y sonríe mucho más (¿Cómo es eso siquiera posible?)Y me mira directo a los ojos, siempre hace eso, como tratando de descifrar mi complicada alma.

-Eres un gran hermano...la dejarás ir.

Donde los sueños se ocultan. Capítulo 1


Este es el primer capítulo del libro que estoy escribiendo,
la sinopsis la pueden encontrar ¡Aquí!

Espero que les guste. 



Ahí estaba ella de nuevo, seguía rompiéndome el corazón observarla de esa manera, pero aun así no podía evitar la necesidad masoquista de observarla mientras arrastraba los pies caminando por toda la casa.
 Ahora se encontraba en esa habitación.
Durante el tiempo que llevaba dedicándome a observarla como un intruso, el cual no tenía ni idea de cuánto era, la mayoría de las veces ella no salía de esa habitación.
Estaba apoyada  de espaldas a la cama y sentada en el suelo, miraba por la ventana y su rostro se iluminaba por la luna, tenía los ojos perdidos en medio de una nube de añoranzas y entre cada suspiro que salía de sus labios iba aumentando la sensación de frío y      angustia que recorría mi espalda.
Esta mujer desconocida me causaba los únicos sentimientos que experimento en mi existencia.  No tenía ni la mínima idea de que era lo que pasaba o lo que hacía, sólo sabía que el sufrimiento de la mujer detrás de la pared de cristal era mi más grande desasosiego.
Apoyé mi mano en la pared transparente que me separaba de ella y respiré profundo.
De repente alguien se sostuvo de mi chaqueta marrón y tiro ligeramente de ella.                                                                                                                                                    
-¿Qué haces aquí, Brian? -La dulce y tierna voz me hizo sonreír por un leve segundo.

-Has vuelto. ¿Dónde has estado, Luisa? - Bajé la mirada y observe a la niña. Su bello cabello como el oro le llegaba a la cadera y sus hermosos ojos azules resplandecían con una inocencia que me cautivó en el primer momento en que la vi.  

- No lo sé -Respondió con una sonrisa. - Pero fui a un lugar realmente hermoso.- Su expresión no tenía precio y se le notaba en serio feliz.

-¿Cómo era, preciosa?- le dije, mientras me ponía de rodillas para estar a su altura.

-No era tanto el lugar, Brian. Era lo que pasaba ahí.  Él ya no está triste. Lo vi  en un lugar con muchos árboles y niños corría por todo el lugar y él... sostenía un niño pequeño.  Es realmente divino...- siguió relatando con ilusión bailando en sus ojos.

-¿Es tan divino como tú? - pregunté mientras colocaba su dorado cabello detrás de su oreja.
Ella bajó la mirada y por un segundo la tristeza se coló en su expresión, pero al mismo tiempo una media sonrisa melancólica se formó en sus labios.

-Si...la verdad es que se parecía mucho a mí.
Ella levantó la cabeza. Pequeñas lágrimas se deslizaban por sus rosadas mejillas.
El corazón se me hizo trizas.

-No, no, no. No llores, preciosa- la tire en mis brazos y apretujé contra mi pecho.

-¿Qué sucede, bebé?  ¿Por qué lloras?- pregunté y la empujaba más contra mí.

-Es que...- Tartamudeo mientras sorbía su nariz.- El niño es hermoso y se parece a mí y él estaba...feliz y por un momento sentí celos.
Su cuerpo empezó a convulsionar por las lágrimas más deprisa.

-Y... ¿Quiénes son estas personas, Brian?   ¿Por qué nos afectan tanto?-

Sabía a lo que se refería, nos habíamos pasado quien sabe cuánto tiempo fantaseando con esa mujer y ese hombre, soñábamos que podíamos atravesar el cristal y compartir con ellos o alucinábamos con poder eliminar su dolor, pero nunca Podíamos acercarnos.
Tampoco sabíamos quiénes eran, al principio desconocíamos hasta nuestro nombre.
Ella se separó unos cuantos centímetros de mí y me miró justo a los ojos:

-Y no me has respondido. ¿Qué haces aquí?  ¿Qué hacemos los dos aquí?            
Las lágrimas seguían manchando su rostro y yo no sabía cómo responder a esas preguntas.         

Estábamos en una especie de limbo, aunque ni idea de lo que signifique eso.