domingo, 28 de diciembre de 2014

Donde los sueños se ocultan. Capítulo 4


Capítulo número cuatro, chicos. 

Si no han empezado a leer mi historia pueden encontrar los capítulos anteriores ¡Aquí!






AL OTRO LADO DEL CRISTAL.

Miré por la ventana de nuevo y acuné el libro contra mi pecho… ¿Cómo era posible que mi vida se hubiera reducido a esto?

Trato de salir, pero no puedo, no puedo salir de esta niebla que oculta los colores de la vida, escapar de los pensamientos que aumentan mi desesperación, huyendo de las sombras de las letras que se marcan en mi piel, llorando por un quizás que no puede suceder.

Y sigo pensando, pensando en cómo era la vida antes, soñando con una vida después, construyendo razones que me ayuden a mover,o más bien, arrastrar mis pies. Pero ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo escapo del recuerdo que me persigue?

A pesar de todo, aun siento su presencia, esa que me visita acompañada de la culpa y ella grita que la soledad me embarga, me toma por los hombros y me sorprende despertando de una pesadilla a mitad de la noche…a mitad de tu reciente aparición en mis sueños.

Pensar, recordar, llorar y culparme. A eso se ha reducido mi vida.

Camino cada mañana para coger el bus que me llevará al trabajo y miro como la gente camina, imperturbables por mi presencia, sin notar que mis pasos son más lentos de lo normal, sin tratar de mirar más allá de la simple persona que les pasa a su lado. Nadie piensa en el por qué mis ojos están siempre rojos y mi corazón roto.

Lo entiendo, mundo. Ya lo capté. Mi vida se cae y aun así la tierra seguirá dando sus contantes giros alrededor del sol.

Esta mañana no fue la excepción.
Llegé al hospital y en seguida me fui a cambiar. En una parte oculta de los niños traviesos y los ojos del público, hay un pequeño cuartico de aseo. Entré.

Quince minutos después, estaba con un trapeador en la mano y una mente ida, limpiando los pasillos, antes de pasar a hacer el aseo en las habitaciones que me están asignadas.

Empecé la rutina nuevamente.

Escuché a las enfermeras hablar en sus puestos de  “Vigilancia”, al parecer en la madrugada murió un paciente y  tan acostumbradas que están a la muerte, hablan de esto como si estuvieran confirmando que ayer llovió. Algunos doctores hablan del creciente precio de la gasolina. Uno de mis compañeros comenta como le tocó faltar ayer al trabajo, arriesgándose a perder su empleo, porque lo atracaron cuando salía de su casa. Muchas voces que se escuchan a lo lejos, lamentos, algunas, quejas de mis compañeros, otras.

Hablan de todo el esfuerzo, las incontables horas separados de sus familias, tantos cumpleaños de sus hijos a los que no fueron, tantas navidades que se las pasaron en turnos y cómo sus sueldos no alcanzaban para pagar los colegios, la comida y el arriendo. 

Todo siempre ha sido así, siento el mundo diferente, siento que todo ahora es más gris, pero nada ha cambiado en el mundo, sólo he cambiado yo.

Colombia siempre ha sido así. O eso supongo. Sueldos bajos, servicios de salud insuficientes, violencia, pobreza y corrupción. Yo hasta ahora me percato de todo eso. Me dedicaba a llegar a mi trabajo temprano y  con buena disposición, pensando en las sonrisas que me esperaban en casa. Miraba los periódicos de reojo y apartaba la vista al ver la foto inhumada de un cuerpo sin vida en la primera plana…yo si me percataba como la gente ya no se admiraba de ver a alguien desangrado, tieso y helado cada mañana mientras leían el periódico y tomaban una taza de tinto y tal vez hasta comían un pan.

Pasaba por la vida pensando en positivo, dando gracias que nada de esas cosas tan malas que pasaban, en el país que tanto amo, no las sufría en carne propia.

Sí, tenía que sobrevivir con el bajo sueldo, soportar las constantes peleas con Martín, para que mandara algo de dinero para los niños, el divorcio me dejó un tanto desubicada. Había veces que tenía que vestir a mi pequeña niña con ropa regalada, momento en los que me encerraba a llorar en el cuarto, después de que los niños se iban a dormir, porque no había discutido con mi hijo, no podía pagarle la universidad a la que él quería ir.

Había días difíciles. Como todo. Luego llegaba a la casa preocupada de que tenía que pagar la factura de la luz y todo desaparecía cuando Brian entraba por la puerta, riendo a carcajadas con su amigo, Santiago. Los dos corrían en mi dirección y me saludaban con un beso en la mejilla. O cuando Luisa llegaba corriendo y se tiraba en mis brazos después de un fin de semana en la casa de su padre.

Por ellos todo se iba. Por ellos, las noticias en los periódicos, la muerte en el trabajo, el bajo sueldo, la violencia y la corrupción, dejaba mi mente. Nada de lo malo que pasaba me perturbaba completamente. No importaba…pero ahora no están.

No sólo veía a mis hijos, también veía lo bueno de vivir. La alegría de mi vecino, Cristóbal, mientras sacaba el equipo de sonido a la calle. La constante y divertida charla con la anciana que vivía en el segundo piso de mi edificio. Para ella sus nietos gemelos recién nacidos eran todo. Podía ver la felicidad de los pacientes cuando por fin eran dados de alta y se iban a sus casas. Podía ver la sonrisa en mi cara, cuando me miraba en el espejo, la alegría de las fiestas de mi tierra, lo festivo que eran los fines de semana y como la gente no dejaba de sonreír tan fácil mente. Colombia, era para mi alegría, amabilidad y unión, a pesar de todo. Ahora ni idea de donde estaba, porque ni siquiera sabía quién era yo. 

Hacía mi trabajo como una zombi, terminaba mi turno y almorzaba. Me iba a casa, limpiaba esta también, comía la cena y luego subía a su cuarto y lloraba hasta quedarme dormida, amanecía de nuevo y empezaba todo de nuevo.

Ansiaba dar por terminado mi día, sólo para ir a su cuarto, cerrar la puerta tras de mí y sentir que estaba más cerca de él. Para abrazar su almohada contra mí pecho y oler su perfume. Ansiaba quedarme perdida en ese momento y le tenía miedo al amanecer.

-¿Elena? – Escuche que alguien gritaba mientras tocaba a la puerta.

Ya era tarde y sólo quería abrazar el ejemplar original del código Da Vinci, contra mi pecho. Sólo quería que el mundo entendiera y se pusiera en pausa para mí.

Los golpes en la puerta se hicieron más fuerte y no tuve más remedio que atender a los alaridos tercos de la vida que no me dejaba sumergirme en la desesperación.
Caminé a la entrada y abrí la puerta.

Me quedé confundida cuando lo vi, asombrada incluso y también muy molesta por la interrupción.

-¿Qué haces, Martín? 

-Tenía que verte…

Donde de los sueños se ocultan. Capítulo 3



Hola chicos.... Tercer capítulo

Si no han empezado a leer mi libro consigan los capítulos anteriores ¡Aquí!




Luisa aún no volvía y aunque mi miedo a perderla se había controlado, el vacío que latía cada día en el lugar donde se supone va mi corazón se sentía un más…hueco. Liz seguía parloteando, interrumpiendo cada pausa donde se colaba el silencio y el susurrar del viendo. El cielo estaba de un azul…cielo y la niebla estaba presente, a pesar de que el día brillaba con alegría.
En medio de un silencio incomodo en el que no sabía que decir me pregunté por qué las cosas son como son, por qué Liz estaba sentada a mi lado y por qué la luna estaba siempre presente en este cielo aunque todo estaba tan claro, que no era posible que fuera de noche  y por qué Elena seguí llorando en el vacío de ese cuarto y por qué Martín se había visto perdido la última vez que lo vi.

-Me encanta ver esa mirada en tu rostro. –Dice Liz con una voz tan melodiosa que me llena de paz por un momento.

-¿Cuál mirada?- Le pregunto con una pequeña sonrisa de ironía en mis labios.

-Esa que tenías…estabas tan perdido en tus pensamientos. Me aburre estar aquí, lo sabes- Aparta sus ojos de los mío y mira a la nada. Sonríe divertida- Verte así me hace formular en mi mente todas las posibles cosas que están viajando ahí y…

La miro con fascinación. Liz puede encontrar la alegría en las cosas más pequeñas, hasta en las miradas perdidas.

-Qué tal si estás pensando en que soy una estúpida que nunca se calla- Suelta una pequeña carcajada y sus ojos se iluminan- Pero luego pienso que tal vez estás recordando algo y que estas a un paso más de irte, un paso por delante de mi…

Y sí, ella tiene razón en algo. Acabo de recordar algo y no puedo creer lo fácil que es no darse cuenta cuando tus pensamientos son tan confusos y enredados…

-El nombre de ella, la mujer, es Elena…El hombre se llama Martín.- Digo haciendo eco de mis descubrimientos.

-Lo vez, recuerdas más rápido que cualquiera…-Responde ella. Está triste, puedo sentirlo en su voz, aunque no la mire, sé que en su cara hay una gran sonrisa.

-¿Podrías explicarme todo eso de estar un paso delante de ti y aun paso más próximo a irme? –Apenas en este momento mi cabeza puede llegar a captar que dijo esto anteriormente.
Una preocupación a la vez, supongo.

-No te conté la historia de este lugar…

-Siempre eres muy vaga en tus respuestas, Liz. Justo estás haciendo eso ahora.

-Cierto. Bueno, te la contaré ahora. Había un mundo en la penumbra, sin vida, sin sonrisas (Es triste verdad), - Me sonríe y continúa. – sin amor. Por necesidad de vida, de muerte, de amor, un día todo renació. Pero la muerte no podía existir en el mismo plano de la vida. Era tan improbable y dañino, así que se creó este lado, el otro lado del cristal. El lado donde los sueños se ocultan, donde el amor se calla y donde los recuerdos gritan a tu cabeza cada que ellos quieren, como si tuvieran vida propia. Después de terminar tu vida, vienes aquí, oculto detrás de la luna, viendo como el tiempo pasa.

-Entonces de hecho estamos muertos…

-No exactamente, dicen por ahí que vives en los recuerdos de la gente, cuando el olvido te alcanza, la muerte te lleva. Ya no existes ni allá, ni aquí. Tal vez somos ahora sólo el reflejo de sus recuerdos, de sus sueños. De ahí el nombre, ¿no crees?, tiene sentido…Donde los sueños se ocultan.

-Tiene sentido… ¿Cómo sabes todo esto?

-Te dije que estas un paso por delante de mi…Yo llevo mucho tiempo flotando de este lado. He visto mucho, he conocido muchos recuerdos, como tú y como yo, y he visto muchos sueños vagar atrapados aquí. Cuanto más recuerdes más te acercas a irte... o eso es lo que creo. 

-Si yo soy sólo el resultado de un recuerdo, pero fui vida antes, ¿Ella, Elena, es la persona que me tiene aún aquí? ¿Es la razón por la que aún no dejo de existir en el plano del reflejo?

-Es la razón por la que no has muerto…

-Entiendo lo que dices, pero ¿Quién puede dar crédito de que no estoy muerto? Yo ciertamente ya me siento muerto…   

-La muerte está asociada con dolor, la peor de todas las cosas existentes. En mi punto de vida, creo que la muerte es sólo viajar de un plano a otro, mientras te despides del pasado…

-Punto de vista.-Digo distraído. 

-¿Cómo dices?- Pregunta con el ceño fruncido.
No me gusta esa mirada de confusión en su cara siempre feliz.

-Dijiste punto de vida…según recuerdo, la expresión correcta es punto de vista.
Ella sonríe de nuevo y se ríe por lo bajo.

-Me parece que suena mejor decir punto de vida, la vida enseña más, que el sólo mirar. Vivir te hace tener un punto, un criterio propio o al menos debería.

-Eres una persona tan…

-¿Habladora? – Me interrumpe- Me lo dicen a menudo.

Le sonrío a ella de vuelta.

-Sí, pero eso no era no que quería decir. Eres un recuerdo tan lleno de felicidad.

-Supongo que aun le dan gran crédito a mi recuerdo del otro lado. puede que piense de mi con felicidad.


Liz se fue hace un rato, como todos siempre se van.

Me quedé pensando en todo lo que dijo. Respondió varias de mis preguntas sin siquiera saberlo, aunque ahora que lo pienso, ella seguramente lo sabía. Ella parece que sabe todo sobre todo.

Sigo sentado en el piso, con la espalda contra una firme pared. Estoy en la misma posición en la que me encontraba cuando Luisa se fue, donde hablé con Liz. Sigo sin moverme.

Por alguna razón desconocida me levanto y empiezo a caminar y caminar.

No estoy siendo el responsable de que mis músculos se contraigan y hagan a mis pies avanzar por el duro piso y atravesar la niebla, sin siquiera mirar atrás, sin siquiera mirar a los lados, sólo mirando a la nada.

El viento se siente frío contra mis manos y mi cara, por suerte la chaqueta de cuero marrón que llevo puesta, no permite que el cortar la niebla como si fuera un cuchillo me congele hasta la mu…esperen, ¿Qué pasaría si me dejo congelar aquí? No puedo decir que me congelaré hasta la muerte, esto es tan confuso, porque si me dejo congelar, estaré congelado hasta que el olvido me alcance y sea borrado de este plano, pero…Es tan frustrante cuando mi mente vaga de tal manera y no consigue concentrarse en nada concreto.

Me sigo desplazando entre la nada y hacia la nada. Esto sí que se siente como flotar. Ahora entiendo por qué Liz siempre dice que flotamos por aquí y por allá.

Y lo hice de nuevo.

-Deja de ser tan raro, Brian. –Me digo a mí mismo.    

Puse mi mano en una firma superficie y me doy cuenta que dejé de moverme como marioneta loca. No puedo ver nada aun, sólo ya no me muevo. El frio en mi mano por presionarla contra el cristal me despertó como si hubieran encendido un bombillo.

Y sí parece que se encendiera una luz.

Ahí está ella.

Está tan pálida como siempre. Tan ausente como la recordaba.

Lo primero que vi fue sus ojos anhelantes y la cara cenicienta, apretaba contra su pecho un libro nuevo, incluso aún estaba en su pequeño envoltorio de plástico y las lágrimas se paseaban por sus mejillas, como si ya fueran parte de su existencia diaria.

Ay Elena, qué fue lo que te pasó

¿Qué fue lo que nos pasó?

Donde los sueños se ocultan. Capítulo 2

Segundo capítulo de mi libro, chicos. 
Si se perdieron el primer Capítulo lo pueden ver ¡Aquí!





No sé cuándo me quedé dormido, realmente no sé si es que siquiera sucumbí a los sueños o es que dejé de existir por unos momentos. Lo que importa es que ahora veo más que un oscuro vacío detrás de mis pestañas cerradas, pero aun así,  la vista no es mejor aquí.
Estoy sentado en el suelo y tengo la espalda apoyada en una superficie dura y ya hasta empieza a doler.
Pongo mis manos en el suelo y tato de impulsarme del suelo.

-Mmm- se escucha el suave gemido de Luisa.                                      
Le acaricio la cabeza y la miro por un largo tiempo...mi pequeño ángel,  mi preciosa. No sé qué haría en esta extraña y vacía existencia sin ella.
A medida que mis dedos se entrelazan con sus cabellos dorados y la observó con alevosía, celo y miedo, ella se acurruca más en mi regazo.
A pesar de que no tengo el conocimiento necesario para poder describir nuestra situación y ni siquiera tengo un punto de referencia con el que pueda comparar, me doy cuenta que nada de esto es correcto. Nada de esto es justo o suficiente para mi pequeñito ángel.
Aunque quiero encontrar la manera de descubrir lo que pasa y solucionar todo y sacarla de aquí,  me aferro a Luisa, figurativa y literalmente. No puedo evitarlo, mi egoísmo se abre paso entre el deber de hermano y lo único que quiero en estos momentos,     más que hacer que la señora del otro lado del cristal deje de llorar, es seguir atado a mi bebé, miro al techo, al cielo o lo que sea que se encuentre sobre mi cabeza y pido que al final solo me dejen estar siempre con ella, protegerla y vivir para verla sonreír como ayer, de la misma forma en la que se alegró por él.

-Por favor... siento como si todo lo hubiera perdido y como si corriera en círculos al rededor del mundo... Sólo me queda ella.

De detrás de la penumbra y las sorprendentes nueves negras la luna se asoma y es como si me sonreirá.

-Supongo que después de todo si es un cielo...- Digo en un suspiro.                                                      

-¿Hablando solo de nuevo?           

Miro al frente de nuevo.             
Bajo la mirada y al principio no veo a nadie. Pero sé,  con toda la certeza del mundo, quien ha venido a interrumpir mis súplicas y monólogos.
Una mujer más o menos de mi edad (sea cual sea mi edad) sale de ningún lugar en específico, atravesando la niebla y se detiene justo frente a mí.

-Liz... ¿Cómo estás?

Ella le echa un vistazo a Luisa,  quien aún está perdida en el sueño,  y sonríe.  No lo hace de la manera triste como lo hago yo, Liz siempre está feliz...ella siempre irradia luz.
Levanta la vista y concentra en mis ojos.
Sigue sonriendo...

-Igual que siempre, Brian. Vivo flotando.
La miro por un momento y trato de analizar sus palabras...

-Flotar es bueno...-Dice una somnolienta Luisa.

- ¿No? -Pregunta cuando se da cuenta que Liz sólo la queda mirando y no le responde.

-Depende cómo, donde y cuando lo haces...-Responde ella un poco melancólica y mira la luna.

De repente Luisa se levanta, demasiado rápido y por un momento me sobresalta.
Ella empieza a caminar como en trance y se aleja.

-¿A dónde vas, preciosa?
No me responde, no se detiene, no me mira siquiera.
Empezó a entrar en pánico.

-¡LUISA! ¿A DONDE...? -Trato de levantarme, pero alguien me detiene por la manga de mi chaqueta marrón.  -Déjala ir...sabes que todos vamos y venimos. Todos flotamos. Ella siempre vuelve a ti...- Me dice Liz. Ahora está sentada justo a mi lado en el suelo, apoyada en la pared, seguro y ya también le empezará a doler la espalda.

Sé de lo que habla Liz. La primera vez que Luisa se fue... pensé que la perdía para siempre, era como perder el aire. Cada que pasa...es horrible. Unas veces menos que otras.   La mayoría es fácil si está Liz, ella me ayuda a recordar que mi princesa volverá, pero...

-¿Y si alguna vez no vuelve?- Pregunto. -¿Qué pasa si algún día se va y no regresa?
Liz mira a la luna de nuevo, sonríe y suspira.
La luna ilumina su rostro y su cabello y...Sus labios bañados de fe.

-Cuando llegue el momento sabrás que es definitivo...De igual manera tendrás que dejarla ir...-Me mira y sonríe mucho más (¿Cómo es eso siquiera posible?)Y me mira directo a los ojos, siempre hace eso, como tratando de descifrar mi complicada alma.

-Eres un gran hermano...la dejarás ir.

Donde los sueños se ocultan. Capítulo 1


Este es el primer capítulo del libro que estoy escribiendo,
la sinopsis la pueden encontrar ¡Aquí!

Espero que les guste. 



Ahí estaba ella de nuevo, seguía rompiéndome el corazón observarla de esa manera, pero aun así no podía evitar la necesidad masoquista de observarla mientras arrastraba los pies caminando por toda la casa.
 Ahora se encontraba en esa habitación.
Durante el tiempo que llevaba dedicándome a observarla como un intruso, el cual no tenía ni idea de cuánto era, la mayoría de las veces ella no salía de esa habitación.
Estaba apoyada  de espaldas a la cama y sentada en el suelo, miraba por la ventana y su rostro se iluminaba por la luna, tenía los ojos perdidos en medio de una nube de añoranzas y entre cada suspiro que salía de sus labios iba aumentando la sensación de frío y      angustia que recorría mi espalda.
Esta mujer desconocida me causaba los únicos sentimientos que experimento en mi existencia.  No tenía ni la mínima idea de que era lo que pasaba o lo que hacía, sólo sabía que el sufrimiento de la mujer detrás de la pared de cristal era mi más grande desasosiego.
Apoyé mi mano en la pared transparente que me separaba de ella y respiré profundo.
De repente alguien se sostuvo de mi chaqueta marrón y tiro ligeramente de ella.                                                                                                                                                    
-¿Qué haces aquí, Brian? -La dulce y tierna voz me hizo sonreír por un leve segundo.

-Has vuelto. ¿Dónde has estado, Luisa? - Bajé la mirada y observe a la niña. Su bello cabello como el oro le llegaba a la cadera y sus hermosos ojos azules resplandecían con una inocencia que me cautivó en el primer momento en que la vi.  

- No lo sé -Respondió con una sonrisa. - Pero fui a un lugar realmente hermoso.- Su expresión no tenía precio y se le notaba en serio feliz.

-¿Cómo era, preciosa?- le dije, mientras me ponía de rodillas para estar a su altura.

-No era tanto el lugar, Brian. Era lo que pasaba ahí.  Él ya no está triste. Lo vi  en un lugar con muchos árboles y niños corría por todo el lugar y él... sostenía un niño pequeño.  Es realmente divino...- siguió relatando con ilusión bailando en sus ojos.

-¿Es tan divino como tú? - pregunté mientras colocaba su dorado cabello detrás de su oreja.
Ella bajó la mirada y por un segundo la tristeza se coló en su expresión, pero al mismo tiempo una media sonrisa melancólica se formó en sus labios.

-Si...la verdad es que se parecía mucho a mí.
Ella levantó la cabeza. Pequeñas lágrimas se deslizaban por sus rosadas mejillas.
El corazón se me hizo trizas.

-No, no, no. No llores, preciosa- la tire en mis brazos y apretujé contra mi pecho.

-¿Qué sucede, bebé?  ¿Por qué lloras?- pregunté y la empujaba más contra mí.

-Es que...- Tartamudeo mientras sorbía su nariz.- El niño es hermoso y se parece a mí y él estaba...feliz y por un momento sentí celos.
Su cuerpo empezó a convulsionar por las lágrimas más deprisa.

-Y... ¿Quiénes son estas personas, Brian?   ¿Por qué nos afectan tanto?-

Sabía a lo que se refería, nos habíamos pasado quien sabe cuánto tiempo fantaseando con esa mujer y ese hombre, soñábamos que podíamos atravesar el cristal y compartir con ellos o alucinábamos con poder eliminar su dolor, pero nunca Podíamos acercarnos.
Tampoco sabíamos quiénes eran, al principio desconocíamos hasta nuestro nombre.
Ella se separó unos cuantos centímetros de mí y me miró justo a los ojos:

-Y no me has respondido. ¿Qué haces aquí?  ¿Qué hacemos los dos aquí?            
Las lágrimas seguían manchando su rostro y yo no sabía cómo responder a esas preguntas.         

Estábamos en una especie de limbo, aunque ni idea de lo que signifique eso.



Saludo de nuevo

Hola a todos. 
Ya pasó la navidad. Espero que todos hayan pasado mucho tiempo con sus familias, la cena y todo eso, y que muchos tengan nuevos libros, que les regalaron. Yo por mi parte aún estoy esperando que haya alguien que me ame lo suficiente como para que me regale un libro. jajaja



Me he ausentado un tiempo, no mucho realmente, pero esto es un blog que espero que este dirigido al crecimiento y la necesito dedicarme mucho más a él, por lo que quiero prometer, sobre todo a mi misma que estaré escribiendo mucho más seguido. Todo lo que pueda. 

Gracias por leerme. 

viernes, 12 de diciembre de 2014

RESEÑA: Falling for Hadie.- Komal Kant

Hola ocultos en los sueños. Segunda reseña para el blog.
He estado rezando para que el número de mis seguidores aumente y para tener fe en que en algún momento seremos una comunidad. Todo depende del tiempo y cada suceso tiene parte de suerte.
 Hoy les voy a hablar de un libro que ciertamente amé. Sí, sí, lo sé. Siempre digo que los amé. Quiero que sepan que escribiré de lo que tenga algo que decir, hablaré de los libros que mi corazón guardará por mucho tiempo.
Bueno, falta de parloteo. Hoy voy a hablar de... Tan Tan Tan...


Falling for Hadie. 



Nombre: Falling for Hadie (Enamorado de Hadie) 
Autor: Komal Kant 



Sinopsis: 

Huyendo de su antigua vida en la ciudad de Nueva York, Lincoln Bracks termina en el pequeño pueblo de Statlen, Lowa. No está interesado en hacer amigos o llegar a conocer a alguien. Sólo quiere mantener la cabeza baja y desaparecer entre la multitud. Ese era el plan de todos modos, hasta que conoce a Hadie Swinton.
Curando un corazón roto y la realización de que el chico al que ha amado su vida entera no es el Príncipe Encantador, Hadie se promete nunca enamorarse del mismo tipo de chico otra vez. Pero cuando el chico nuevo, Lincoln, llega al pueblo, descuble que es más fácil decirlo que hacerlo.
Hadie asume que Lincoln es un típo arrogante deportista -él es de buen ver, confiado y encantador- Pero cuando no hace nada de lo que ella esperaba de él, está intrigada por él contra su mejor juicio. Hay definitivamente más de Lincoln que sólo una cara bonita, pero Lincoln está escondiendo algo que no quiere que nadie descubra porque cuando lo hagan, nunca lo mirarán igual otra vez.
Enamorarse era la última cosa que Lincoln quería hacer, así que, ¿Cómo se convencerá a sí mismo de salir de eso?

Reseña:

Bueno...este es un libro que merece cualquier pena. 

Empecé a leerlo esperando que fuera uno de esos clichés adolescentes y estaba bien con eso. ¿Qué adolescente no se entretiene con una historia de amor simple y complicada a la vez? Pero a medida que seguí leyendo me quedé un poco más sorprendida de como las cosas eran más profundas en este libro. No todo se centraba en el amor de los personajes (Aunque hay mucho de eso), también te da un vistazo a lo que implica el simple hecho de vivir...
La historia empieza contando como una chica, Hadassah, todos la llaman Hadie, se decepciona por completo de los hombre después de ser traicionada por su novio, él que ella pensó era el amor de su vida. Que mala jugada (Entiendo completamente su posición).
Cuando Hadie piensa en que definitivamente no se va a volver a dejar engañar por una cara bonita y un cuerpo con musculo y abdomen irresistible, aparece mi hermoso Lincoln.
Por su parte, Lincoln está tratando de mantener un bajo perfil y, aunque él no lo sepa, corrigiendo muchas de las cosas malas que hizo en el pasado.

El mundo de estos dos colisiona cuando el destino, y el director de su escuela, los obligan a pasar tiempo juntos y ahí es cuando la verdadera magia empieza...
Me encantó la forma como la escritora maneja el suspenso que abarca el pasado de Lincoln, aunque ciertamente yo descubrí todo mucho antes de que la historia me permitiera saberlo.
Aun hay cosas que no consigo comprender por completo, como por ejemplo la actitud de la hermana y la madre de Lincoln. Esas mujeres definitivamente son...esperen y me calmo...unas...odiosas, por no decir algo grosero, pero definitivamente una rabia profunda me consume con sólo pensar en ellas.
En definitiva, esta historia muestra algunas crudezas de la vida e injusticias de la misma.
Este libro me lleva a pensar en todas las posibilidades que hay de que las cosas cambien de un momento a otro, para bien o para mal y  en la necesidad de aprovechar el tiempo, al mismo tiempo que valoramos los buenos momentos.


Frases que enamoran: 














Bueno chicos, no subo más fotos porque no quiero hacer spoiler. 

A este libro le doy un 4/5
 Tienen ganas de compartir su opinión no duden en comentar

Si les gustó la reseña y quieren leer el libro sólo den clic en:



¡¡Gracias por leerme!!
Hasta la próxima 

lunes, 8 de diciembre de 2014

RESEÑA: Yo antes de ti - Jojo Moyes





¡Hola soñadores ocultos! 
Estoy algo emociona, pues esta es mi primera reseña y este es un libro que realmente amé. 
Opino que todo buen libro es aquel que despierta sentimientos en ti con cada palabra, con cada suceso y hasta con cada coma. Sin ninguna duda este lo es. 


Título: Yo antes de ti
Autor (a): Jojo Moyes 

Sinopsis: 
Una historia que necesita experimentar.
Una novela inolvidable.
Louisa Clark sabe muchas cosas. Sabe cuántos pasos hay entre la parada de autobús y su casa. Sabe que le gusta trabajar en el café Buttered Bun y sabe que quizas no quieras a su novio Patrick. Lo que Lou no sabes es que está a punto de perder su trabajo o que son sus pequeñas rutinas las que la mantienen en su sano juicio.
Will Traynor sabe que un accidente de noto se llevó sus ganas de vivir. Sabe que ahora todo parece insignificante y triste y sabe exactamente cómo va a solucionarlo. Lo que Will no sabe es que Lou está es que Lou está a punto de irrumpir en su mundo con una explosión de color. Y ninguno de los dos sabe que va a cambiar al otro para siempre.
Yo antes de ti reúne a dos personas que no podrían tener menos en común en una novela conmovedoramente romántica con una pregunta: ¿Qué decidirías cuando hacer feliz a la persona a la que amas significa también destrozarte el corazón?

Mi reseña:

Investigando un poquito más de este libro, me di cuenta de que es muy popular entre los grupos de readers, yo sinceramente no había escuchado mucho de él. Me surgieron las ganas de leerlo después de colarme en una librería y leer las dos primeras paginas, pero había tenido la intención de comprarlo luego. Una tarde cuando estaba navegando por algunos de blogs de libros a los cuales sigo, vi la opción de descarga en PDF y dije: "¿Por qué no?" (Sí, soy una lectora pobre). Hasta ahora pienso que es una de las mejores decisiones que he tomado. 

Esta es una novela...como decirlo...humana, despierta en ti emociones, que en lo personal puedo decir, te lleva a sentirte feliz, triste, desesperado, impotente y nuevamente triste. 
La historia viaja al rededor de la vida de Lou, una muchacha que le tiene miedo a los cambios y que cree que es feliz en el monótono pueblo en el que vive, con su empleo normal, su novio aburrido y su familia ruidosa. Louisa le aterran los cambios y se ha acostumbrado a una vida donde todos esperan el menor esfuerzo de su parte. Hasta que el destino le voltéa las cartas y la obliga soportar el miedo a lo diferente. 
Ella se enfrenta a una vida sin empleo y la presión de ser la única fuente de ingresos en la casa de sus padres. ¿Y ahora qué hará? Aquí es donde entra al cuadro  Will Taynor. 
Desesperada por conseguir un empleo Lou se presta para cuidar de una cuadrapléjico, el cual odia su actual vida... Will era una persona independiente, activa y aventurera y de un momento a otro quedó atado a una vida de dolor, dependencia e inmovilidad, mientras está pegado a una silla de ruedas. 
Luego de que Lou acepta el trabajo de "hacerle compañía a Will" y cuidar de él, es donde todo empieza.
A medida que fui navegando por el libro me envolví más y más en la historia. Amé la manera como ellos pasaron del desprecio mutuo a una amistad tan real... se preocupaban el uno por el otro, Lou sobretodo, se decían las verdades en la cara y... se enamoraron sin darse cuenta. Algo tan puro que incluso dolía y tan real que no podía ser verdad. 
Recomiendo este libro para todos aquellos a los que les gusta sufrir con un libro. A los que les gusta llorar con los personajes y sentirse afectados por ellos mucho después de haber terminado el libro. Si somos perceptivos con este libro, puede que cambie tu manera de pensar y de amar...      

Frases del libro que enamoran: 

                    












Yo le doy una puntuación de 5/5. Soy una romántica sin remedio y una dramática de corazón. Yo lo amé.

¡¡ALERTA SPOILER!!

Aunque definitivamente me encantó la historia, yo en lo personal aún no he podido perdonar a Will. Amo a ese hombre y respeto su decisión, pero aún así no lo puedo perdonar...


Claro está. Les recomiendo este libro. 

Si quieren leer los sólo den clic en:  


¡¡Gracias por leerme!! 
 Hasta la próxima ;) 

TALENTOS OCULTOS, PERO ENCONTRADOS



Hola Ocultos.
Por lo general utilizaré este espacio para hablar de libros y mis propios escritos, pero... por qué negarle al mundo el placer de conocer algunos talentos ocultos?
Mi mayor pasión es la literatura, pero no dejo de reconocer la hermosura del arte.
Todos expresamos nuestros sentimientos de alguna forma, yo escribo, unos cantan, otros bailan y estos dibujos, bueno, estos sentimientos, de mi amiga María Camila Cotes, son el resultado del baile del pincel y la destreza del grafito. Espero que les gusten.

sábado, 6 de diciembre de 2014

Mis pequeños escritos: Deteniendo mis pasos.

Alguna vez han sentido que hay una voz en tu cabeza que te atormenta y no te deja escapar... pues yo sí.



DETENIENDO MIS PASOS

Movía los pies y al mismo tiempo no lo hacía, caminaba despacio, aunque por dentro corría y mis pies descalzos se clavaban en el pavimento, el frío congela mis dedos y... ella seguía ahí.
-Cómo puedes escapar de ti?  ¿Por qué siquiera lo intentas?- Grita de nuevo. Y tiene razón.  siempre la tiene. siempre me alcanza.
Siento que avanzo,  veo que avanzo,  pero no lo hago.
-Hace mucho que no lo haces- habla en un susurro de nuevo, como si tratara de convencerme.
No tiene que hacerlo, ya lo sé. 
No puedo hacer nada, solo seguir huyendo, sin poder esconderme,  solo corriendo,  sin poder moverme...solo pensando, pensando y escuchándola. ..Ella sigue ahí.
-por qué no lo dejas y ya? es que no lo entiendes? TODO SIEMPRE VA A SER ASÍ! Ella también llora como yo...También le duele.
-Siempre será así... solo déjate ir, déjame ir, déjalo ser...
Me detengo de mi larga caminata sin sentido y miro al cielo.
Todo está oscuro.
-Todo siempre lo ha estado- Dice despacio como si se lo meditara.
-No quiero rendirme...- Le respondo después de tanto tiempo.
Por un largo tiempo se mantiene en silencio y tengo la esperanza de por fin se va a acabar el ruido...por fin se va a callar.
-Lo hiciste hace mucho. Mira a tu alrededor... Qué diferencia hay? ya dejamos de existir hace mucho... Qué esperas?
-Una esperanza.- Le contesto automáticamente.
-Construyela entonces... no corras.- me mira y yo la miro.
-No sé cómo hacer otra cosa...
-Cree...cree que puedes y haremos cualquier cosa.
La mire un segundo más y lloraba más, igual que yo...
-Creer? esa puede ser...
-Puede ser qué...?
-La esperanza...
Limpié sus lágrimas, las mías y seguí caminando despacio, bajo la luna, bajo los recuerdos, bajo su voz y el fantasma de las lágrimas.      
- Nunca será suficiente...eventualmente todo volverá.
Ahora es ella quien me anima.
-Ya veremos que hacer luego, por ahora sigamos cambiando...
       

Mis pequeños escritos: La condena del cobarde.

 Hay veces en las que mi alma grita, hay veces donde mis sentimientos sangran. En esos momentos debo dejo que mi mente viaje al rededor de palabras... Este poema o escrito nació de un momento de profunda inspiración.

LA CONDENA DEL COBARDE
Me encontraba pensando en su recuerdo todo el tiempo,
Era completamente admirable como sus rasgos se perfilaba perfectamente en mi cabeza.
La dulce sensación de que aparecería como por arte de magia frente a mi,
Aumentaba la esperanza 
Una meta mal fingida , 
un camino mal actuado , 
un deseo inquebrantable, 
que solo satisfacen esos labios, 
un cuerpo ardiendo por ser acariciado,
 y yo simplemente pidiendo ser amado......
Pero cada que abría mis ojos depués de soñar despierto, 
me daba cuenta que su falsa presencia no era más que un espejismo de mi necesidad de escapar de la soledad. 
Pero no sabía como obligar a mi mente a no pensar, 
a no pensar en lo que tuve y perdí...
Maldito destino cruel que me ilusiona y luego aparta de mi su calor, 
al mismo tiempo arebatandome el aire. 
Odio la necesidad, siempre estoy sometido, 
a una terca ideología, 
a un falso delirio, 
me quebranta el alma, 
me rompe en pedazos , 
esperó con angustia tenerla en mis brazos.
 Y la rabia me carcome al saber que es solo un sueño más...
un sueño con el que no me puedo dar el lujo de tener fe.
 Amo cada célula que muere y nace en su piel y aún así no tengo la fuerza necesaria para luchar por un imposible que grita frente a mi cara haciendo que cada lagrima que nace en mis ojos por la distancia que se extiende entre nosotros, 
alimente cada vez más mi pesimismo y me lleve a deascanzar  a un poso de silencio que me consume. 

viernes, 5 de diciembre de 2014

Permítanme presentarme

Hola a todos los ocultos en los libros, mi nombre es Liz y espero que sea de su agrado mi blog.
Resulta que soy una samaria estudiante de contaduría pública,  amante de los libros y, si mis sueños se cumplen, aspirante a escritora y productora de películas.
He creado este espacio para que, tanto ustedes como yo, tengamos la oportunidad de sumergirnos en un mar de ilusiones y para poder compartir mis creaciones con ustedes. No duden en comentar y también en dejarme conocer sus blogs, si los tienen, y también su gran creatividad.
Este viaje hacia el lugar donde se esconden los sueños apenas comienza. ;)